¿Qué es la hipocondría?

Se entiende por hipocondría, actualmente denominada trastorno de ansiedad por enfermedad en el DSM-5, aquel trastorno caracterizado por la presencia de un elevado nivel de miedo, preocupación y ansiedad ante la creencia o el convencimiento de estar padeciendo una enfermedad médica grave, o bien por la posibilidad de estar contrayéndola. 

Esta creencia surge de la percepción de pequeñas alteraciones o sensaciones que se interpretan como signos inequívocos de trastornos graves. En ocasiones, aparece después de que la propia persona o alguien de su entorno haya sufrido una enfermedad larga, dolorosa o que haya concluido con la muerte del enfermo.

Estas personas pueden reaccionar de formas muy distintas a ese malestar que les supone creer padecer una enfermedad, aquí te muestro las más frecuentes:

Buscan ayuda médica con el fin de localizar y diagnosticar el supuesto problema, y es frecuente que ante la presencia de pruebas que muestren su buen estado de salud las explicaciones no les satisfagan o lo hagan solo temporalmente y demanden la realización de nuevas pruebas o busquen a otros profesionales que les confirmen sus temores. por lo que tiene tendencia a buscar toda la información de sus posibles síntomas en «San Google», con el resultado de que todos los síntomas pueden ser algo. Eso aumenta su ansiedad, malestar, su revisión modo escáner constante».

Algunas personas con este trastorno que optan por evitar acudir al médico debido al miedo a ser diagnosticado, a pesar de sufrir una ansiedad muy elevada y estar convencidos de estar enfermos.

Características.

A. Preocupación y miedo a tener, o la convicción de padecer, una enfermedad grave a partir de la interpretación personal de síntomas somáticos.

B. La preocupación persiste a pesar de las exploraciones y explicaciones médicas apropiadas.

C. La creencia expuesta en el criterio A no es de tipo delirante (a diferencia del trastorno delirante de tipo somático) y no se limita a preocupaciones sobre el aspecto físico (a diferencia del trastorno dismórfico corporal).

D. La preocupación provoca malestar clínicamente significativo o deterioro social, laboral o de otras áreas importantes de la actividad del individuo.

E. La duración del trastorno es de al menos 6 meses.

F. La preocupación no se explica mejor por la presencia de trastorno de ansiedad generalizada, trastorno obsesivo-compulsivo, trastorno de angustia, episodio depresivo mayor, ansiedad por separación u otro trastorno somatomorfo.

Especificar si:

Con poca conciencia de enfermedad: si durante la mayor parte del episodio el individuo no se da cuenta de que la preocupación por padecer una enfermedad grave es excesiva o injustificada.

Y ahora te preguntarás.

¿Qué es la hipocondría sexual?

Cuando los pacientes y sus parejas me cuentan que tienen pensamientos recurrentes de que no van a poder disfrutar la sexualidad, de que se ponen nerviosos con la idea de tener relaciones, que incluso les sudan las manos, les tiemblan las piernas, creen que algo malo ocurre en ellos porque «no es normal que esto me pase, si las demás personas lo disfrutan».

La persona que sufre «Hipocondría Sexual» al igual que la persona que sufre «Hipocondría» manifiestan la misma sintomatología de malestar, anticipación, pensamientos recurrentes de que todo va a ir mal, que algo en mí no funciona, que no puedo hacer nada para cambiarlo y luego con esa presión, esa anticipación catastrofista los pensamientos se convierten en realidad.

Como por ejemplo en una disfunción sexual, ya que como en las personas que sufren hipocondría, se unen y suman los efectos de las variables biológicas, psicológicas y emocionales que impiden una respuesta acorde a las circunstancias. Por eso, lo que pensamos, lo que queremos hacer y lo que realmente sucede no se corresponden.

Evidentemente, el pensamiento constante de una enfermedad de mayor o menor gravedad que creemos real, al igual que pensar que tenemos un problema médico debido a nuestras dificultades sexuales, impiden que planifiquemos, disfrutemos de muchas situaciones y experiencias propias, con nuestra familia y seres queridos.

Por eso, en ambas situaciones es necesario conocer los elementos que hacen que esos pensamientos, malestar y emociones nos desborden. Para de este modo poder pensar de forma lógica, tranquila y pausada los hechos, elementos que lo forman y las opciones que tenemos para detener esos pensamientos automáticos que nos llevan a realizan o evitar conductas para comprobar que «todo está bien».

«No tenemos cuerpo, somos un cuerpo que nos permite cuidarlo, conocernos y disfrutar (lo/nos)». Zoraida Granados.

Un saludo y cuidaros.

Bibliografía:

American Psychiatric Association. (2013). Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales. Quinta edición. DSM-5. Masson, Barcelona.

Avia, M.D. (1993). Hipocondría. Ediciones Martínez Roca S.A., Barcelona.

Cabello F. (2010) Manual de sexología y terapia sexual. Madrid: Síntesis.

Santos, J.L. ; García, L.I. ; Calderón, M.A. ; Sanz, L.J.; de los Ríos, P.; Izquierdo, S.; Román, P.; Hernangómez, L.; Navas, E.; Ladrón, A y Álvarez-Cienfuegos, L. (2012). Psicología Clínica. Manual CEDE de Preparación PIR, 02. CEDE. Madrid.

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